Buen y bendecido día te deseamos desde Misión La Puerta Estrecha. Sin darnos cuenta usamos palabras, hirientes. que pueden herir susceptibilidades, y que muchas veces no es realmente lo que quisiéramos decir.
Debemos pensar antes de soltar la lengua para evitar que salga toda la agresividad y la acidez que hay en nuestro interior, y hagamos daño a las personas que nos rodean. Las palabras pueden alterar la paz y desencadenar toda una serie de odios y resentimientos. Que dañan nuestro círculo familiar y social. Recuerda siempre que: El que refrena su lengua protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina. Proverbios 13:3