Desde Misión La Puerta Estrecha desatamos la fortaleza de Dios sobre tu vida, fortaleza que no tiene comparación porque es eterna. Dios no recibe Fortaleza, porque Él es la fortaleza de los siglos. Isaías 26:4. Sin embargo, siendo Dios Fuerte, comparte de lo suyo a los que le creen y le obedecen. Es decir, ninguna fuerza exterior es capaz de detener, al Unigénito Hijo de Dios en su poder. Porque todo poder fue destruido y anulado, por ÉL, prevaleciendo solamente la Fortaleza de Dios en la Resurrección de Jesucristo. quien es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros delante de su gloria irreprensibles, con grande alegría. Judas 1:24-25. Y es que el Evangelio no es solo conocimiento de lo que Dios posee, sino experiencia de la fortaleza que Dios comparte. Él guarda y sostiene la vida de sus hijos por su fortaleza. Por eso es digno que le adoremos ahora y siempre. Un abrazo.