El Corazón Es Malo, No Cree
Jesús sabía que nadie cree a través de las señales si su corazón es malo. El mejor ejemplo de esto es el pueblo de Israel cuando vagó en el desierto. Ellos presenciaron las 10 plagas que Dios envió sobre Egipto, la división del mar Rojo, el maná que descendió del cielo y muchos milagros más; pero nunca confiaron en Dios con todo su corazón para entrar en la tierra prometida. Si el corazón del hombre es malo, jamás creerá en Dios, es necesario tener una actitud de humildad para recibir las misericordias del Señor en nuestras vidas: ( Miqueas 6:8 ). Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”. Jesús condena a los incrédulos de su tiempo, por no creer y les dice que serán condenados por su corazón duro. El endurecimiento del corazón se refleja, una actitud endurecidamente egocéntrica. El Antiguo Testamento usa el término «duro» para describir a alguien que se niega a abrir su mente. La dureza de corazón siempre está dirigida hacia Dios y su voluntad. Sino que como dice. (Filipenses 3:19.) cuyo fin es perdición, cuyo dios es {su} apetito y {cuya} gloria está en su vergüenza, los cuales piensan sólo en las cosas terrenales. Un corazón endurecido no obedece a Dios (Éxodo 7:13,22). Esta es la primera y la característica más obvia que se percibe en un aconsejado con un corazón endurecido.